Estepa bien vale un viaje en estas fechas para conocer con profundidad cómo y dónde se elaboran tantísimos dulces de navidad. Alfajores, roscos de vino, mantecados, polvorones, pastorcitas, hojaldrados, recubiertos de chocolate, yemas, empiñonados o bolas de coco, un surtido inmenso es posible degustar en algunos de los locales y fábricas que se extienden por toda la localidad.
Además de los productos gastronómicos, Estepa posee excelentes monumentos, como la solitaria Torre de la Victoria, la fachada de mármoles de la Iglesia del Carmen, el Palacio del Marqués de Cerverales o la zona del Castillo, donde se puede subir a la torre del Homenaje para contemplar algunas de las vistas mas extensas del interior de Andalucía.
Hay que recordar también que en Andalucía existen numerosos conventos de clausura, que fabrican con esmero algunos de los más deliciosos dulces que se pueden tomar en estas fiestas. Los dulces navideños que fabrican las monjas en los conventos son auténticas delicias y estas fechas son una excelente oportunidad para probar y adquirir mazapanes, piñonates, almendras garrapiñadas o marquesas, entre otros productos.
Otros de los postres y dulces más representativos de nuestra región son el Roscón de Reyes, dulce típico del 6 de enero en el que entre la masa se esconde una pequeña sorpresa; los polvorones, una masa hojaldrada con azúcar glass; los mazapanes, con azúcar, almendras y claras de huevo como principales ingredientes; o el turrón, originariamente hechos sólo de miel y almendra.
También deben degustarse los pestiños, consistentes en harina, vino de Jerez, ajonjolí y miel, servidos con una copita de anís; el pan de Cádiz, mazapán en crudo tostado al horno con frutas, yemas y coco; o el resol de café, una bebida que proviene de Jaén que se hace con agua, café, hierba luisa, canela en rama, cáscara de limón, aguardiente y azúcar.
La oferta gastronómica centra algunos de los eventos que se desarrollan en Andalucía en estas fechas, como la Exposición de Dulces de Conventos de Clausura de Sevilla, la Fiesta del Polvorón de El Gastor (Cádiz); o la Feria del Mosto y la Chacina de Colmenar y la de las Migas de Torrox.
La música acompaña a estas fiestas, en las calles, en las tiendas, en los teatros y en general en cualquier lugar de Andalucía. Los villancicos son una buena muestra del vínculo entre la música y la Navidad, enraizados en la más pura tradición de la música española, y es frecuente encontrarse en las ciudades de la comunidad a grupos de niños y adultos cantando.
De igual modo, son típicas de esta época las Zambombas, encuentros que, originariamente eran reuniones de amigos, vecinos y familiares que se daban cita cada año, en la víspera de la Nochebuena, en los patios y corrales de casas de vecinos.
Los villancicos son una buena muestra del vínculo entre la música y la Navidad
En estas fiestas se formaba un corro alrededor de una hoguera, donde se cantaban y bailaban villancicos de un modo espontáneo mientras se repartía vino, anís y dulces navideños, con la zambomba como elemento fundamental de la velada, aunque todo el mundo participa con algún instrumento.
Sevilla y Jerez son algunas de las poblaciones en las que esta tradición tiene más arraigo, aunque Andalucía entera ha cantado a la Navidad, desde los villancicos por verdiales en Málaga, a los campanilleros de Pozoblanco. Así, también se suceden por toda la geografía andaluza conciertos y festivales en estas fechas.