El consejero de Turismo y Comercio, Rafael Rodríguez, defendió hoy en Sevilla durante su participación en ‘Los Diálogos de El Correo’ la importancia del turismo como una actividad «estratégica» para Andalucía por su aportación al Producto Interior Bruto (PIB) regional y a la creación de empleo, y apostó por que esta industria se convierta en el sector «clave de la recuperación económica» de la comunidad.
Rodríguez, que fue presentado por el vicepresidente de la Junta, Diego Valderas, explicó que la actividad turística representó en 2013 un 12,9% del PIB regional, medio punto más con respecto a 2012, lo que a su juicio, refleja «la importancia de esta industria para la comunidad» y que este sector «sufrió la crisis más tarde que otros y ha sabido sobreponerse mucho antes que el conjunto de la economía».
Además, incidió en su capacidad de arrastre, ya que, para poder atender la demanda de bienes y servicios de los visitantes que llegaron el pasado año, la economía andaluza «tuvo que producir por valor de 12.700 millones de euros». A ello, según dijo, hay añadir el «efecto multiplicador», teniendo en cuenta que el turismo «implica una serie de actividades que forman parte bien de forma directa o indirecta».
En este sentido, puntualizó que ese efecto multiplicador de la producción relacionada con la demanda turística se calcula en 1,52 euros, «lo que significa que, por cada euro que gasta el viajero, la economía andaluza produce por valor de un euro y 52 céntimos». Así, se estima en 6.700 millones de euros los efectos indirectos, de forma que el impacto total generado ascendió en 2013 a más de 19.400 millones.
En cuanto a la evolución del empleo, el consejero apuntó que durante el pasado ejercicio la población ocupada en actividades características de la industria turística ascendió en Andalucía a una media anual de 329.600 personas, lo que representa un incremento en términos relativos respecto al año anterior del 2,4% y representa el 13% de los 2,54 millones de ocupados del conjunto de la región.
Creación de empleo
Rafael Rodríguez valoró el crecimiento experimentado, ya que supone que se «creó empleo neto en el sector turístico, en un contexto de dificultad y, sobre todo, de gran preocupación en cuanto a las cifras de desempleo en el conjunto del país», aunque advirtió que en algunos segmentos de la actividad, como el hotelero, la evolución de esta variable «no estuvo a la altura».
A este respecto, recordó que el destino experimentó un «fuerte impulso» en 2013, con 22,4 millones de turistas, lo que supone un 4% más y la mejor cifra desde 2008, más de 43 millones de pernoctaciones (+4,5%) y 16.400 millones en ingresos (+3,3%), por lo que, en su opinión, «no es lógico ni sostenible» que si crecen las estancias al ritmo que lo hicieron el año pasado, el «empleo hotelero registrase una caída del 2,3%».
El consejero insistió en que esta situación «no es sostenible durante mucho más tiempo, ya que incrementos continuados en la llegada de turistas y descensos continuados en el número de personas que los atienden nos conduce irremisiblemente a una pérdida de calidad, y un debilitamiento de la competitividad», por lo que consideró «imprescindible» que los «buenos resultados» se traduzcan en creación de empleo.
Rodríguez concluyó que el turismo es una industria «sólida» con «capacidad para liderar la recuperación», pero «hemos de buscar una salida a la crisis digna y solidaria con las clases trabajadoras». Por ello, aseguró que en la Consejería «vamos a trabajar» desde la «óptica del estado del bienestar», con los objetivos de la creación de empleo estable y de calidad, el incremento de la competitividad y el uso sostenible de los recursos.