En la década de los cincuenta del pasado siglo, un pequeño grupo de pintores que compartían inquietudes y que estaban interrelacionados por vínculos de amistad y admiración mutua, exploraron la apariencia y la fragilidad del cuerpo, con la ciudad de Londres como entorno circundante. A partir de la plasmación de la figura y de su propio paisaje cotidiano, estos artistas transmitieron la delicadeza y vitalidad de la condición humana y desarrollaron simultáneamente nuevos enfoques y estilos, reinventando su modo de representar la vida con una marcada individualidad y dotando a la pintura de una inusitada intensidad.
Esta exposición aúna la contundente soledad de Francis Bacon, la turbación carnal de Lucian Freud, las preocupaciones existenciales de Michel Andrews, la pintura tridimensional de Frank Auerbach, la fuerza emocional de David Bomberg, la rigurosa medición de William Coldstream, la multiplicidad de Ronald B. Kitaj, la visceralidad de Leon Kossoff, la subversión de Paula Rego y la proporción de Euan Uglow, pintores todos ellos vinculados a lo que ha venido en denominarse Escuela de Londres, etiqueta que no acaba de ser aceptada ni por historiadores del arte ni por los propios artistas.
Exposición organizada por Tate London con la colaboración del Museo Picasso Málaga y el patrocinio de CaixaBank.